Los problemas de la carga, las soluciones SHUFFLE: Rumbo a 2035
La Unión Europea (UE) decidió el año pasado que, a partir de 2035, todos los coches nuevos que se vendieran en la UE no podrían emitir CO2, prohibiendo de hecho la venta de vehículos nuevos de gasolina y diésel a partir de esa fecha. Esto forma parte del objetivo más amplio de que, para 2050, el sector del transporte sea neutro en carbono. El mercado del automóvil se vuelve «eléctrico» de varios modos: los consumidores van cambiando a vehículos eléctricos (VE) mientras las autoridades locales buscan la manera de satisfacer la creciente demanda de puntos de carga.
A medida que aumenta el uso y la autonomía de los VE, es vital garantizar que la red de puntos de carga sea suficientemente densa, rápida, accesible y asequible. Se trata de una combinación de factores que solo una implementación estructurada e inteligente puede garantizar, sobre todo en los centros urbanos.
El coche eléctrico y el futuro que se avecina
A principios de este año, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) reveló una alarmante diferencia entre la actual disponibilidad de puntos de carga públicos y lo que el continente necesita para lograr sus objetivos de reducción de CO2. La venta de coches eléctricos en la UE creció tres veces más rápido que la instalación de puntos de carga entre 2017 y 2023, y la UE necesita multiplicar anualmente por ocho los puntos de carga hasta 2030, según las estimaciones del sector.
«No es que “estaría bien” disponer de puntos de carga públicos, sino que se trata de una condición esencial para descarbonizar el transporte por carretera, prestar apoyo al mercado y tener un marco de fabricación competitivo en Europa», advierte la directora general de la ACEA, Sigrid de Vries. Según la ACEA, se instalaron en la UE algo más de 150.000 puntos de carga públicos el año pasado, para un total que supera los 630.000.
El deseo de la Comisión Europea es tener 3,5 millones de puntos de carga instalados en 2030. Sin embargo, la ACEA calcula que se necesitarán 8,8 millones de puntos de carga para esa fecha. Para cumplir este objetivo, habría que instalar 1,2 millones de puntos de carga al año (más de 22.000 a la semana), es decir, ocho veces el ritmo de instalación anual más reciente. Sea cual sea el objetivo, se necesitan más puntos de carga... y rápido.
Las ciudades han de tramitar cada vez más solicitudes de permisos para la instalación de estaciones de carga. ¿Cómo pueden garantizar una implantación uniforme y equilibrada de esta infraestructura esencial? Hay cierto riesgo de hacerlo anárquicamente, con cada propietario reclamando su «trozo de acera» e instalando un cable de carga, así que a los ciudadanos se les terminarán cruzando los cables, figurada y literalmente. Al mismo tiempo, no parece justo restringir el acceso a los residentes cuando se les termine imponiendo el cambio a los coches eléctricos. Esto plantea un gran problema a la ciudad inteligente del futuro.
La solución belga
Para fomentar el cambio a los vehículos eléctricos, Bélgica introdujo un sistema impositivo el año pasado que favorecía la movilidad eléctrica, particularmente para los coches de empresa. Con uno de cada cuatro empleados aprovechando dicha ventaja, esta disposición tiende a confirmar las cifras que pronostican la presencia de 1,5 millones de vehículos eléctricos en nuestras carreteras en 2030.
En Bélgica, el 60% de la capacidad de carga proviene de casas de particulares, el 30% de empresas en aparcamientos, y el 10% restante de estaciones al borde de la carretera, gasolineras, supermercados y espacios públicos o privados parecidos. Para paliar el fenómeno de «lío de cables», el municipio de Woluwe-Saint-Pierre, uno de los códigos postales más atractivos de Bruselas, trazó un plan estratégico para la instalación de puntos de carga en espacios públicos.
Reconociendo que las columnas de iluminación son esenciales para el confort y la seguridad de los residentes en la ciudad, recurrieron a nuestra solución de iluminación LED SHUFFLE, que puede integrar numerosas funciones aparte de la de iluminar. Equiparon 4 de las 22 SHUFFLE instaladas en la Parvis Sainte-Alix con un punto de carga para coches eléctricos. ¿El resultado? Acceso sencillo para los residentes sin obstaculizar el espacio público.
Las columnas SHUFFLE equipadas con cargadores para VE facilitan a los residentes de Woluwe-Saint-Pierre la carga de sus coches
La carga que viene
El panorama no es ni mucho menos uniforme en territorio europeo. Mientras que algunos países han decidido implementar la infraestructura de VE por la vía rápida, otros se han quedado atascados a las primeras de cambio. Según la ACEA, tan solo tres países de la UE —Países Bajos, Francia y Alemania— tienen casi dos tercios (61%) de todos los puntos de carga de la UE, con los otros 24 Estados miembros a la zaga.
Hay una fuerte correlación entre la disponibilidad de puntos de carga públicos y la venta de vehículos eléctricos. Los cinco países en los que más VE se venden coinciden, en líneas generales, con los países con más puntos de carga: Alemania, Francia, Países Bajos e Italia están entre los cinco primeros en ambos casos, apunta la ACEA.
SHUFFLE puede ser una solución creativa para impulsar rápidamente la implementación. Conectadas a una fuente de suministro eléctrico constante y con un mantenimiento regular, las columnas se pueden instalar en ubicaciones como aparcamientos y estaciones de servicio de las autopistas —que necesitan una iluminación con eficiencia energética de todas formas— para luego utilizarlas como punto de carga principal o de «reserva» cuando los demás puntos de carga estén en uso.
Claridad para ciudadanos y empresas
Con 59 puntos de carga instalados en diversos emplazamientos, el distrito de Oeiras, a las afueras de Lisboa, dispone de la red de puntos de carga públicos para vehículos eléctricos más amplia y moderna de Portugal. Diecisiete de sus puntos de carga están integrados en columnas SHUFFLE, y si están disponibles puede verse de lejos gracias al anillo iluminado de la parte superior. Además, un punto de luz justo por encima del cargador hace que los usuarios se sientan más seguros por la noche. Una estrategia de ciudad inteligente que se precie combina sostenibilidad y comodidad ciudadana.
Oeiras ha instalado columnas SHUFFLE con cargadores de VE para promover una movilidad más ecológica
Regiones, municipios, pueblos y ciudades trabajan intensamente para aumentar la capacidad de carga eléctrica en sus zonas, pero el sector privado también se está involucrando. El Bélgica, donde se fomenta el uso de coches de empresa eléctricos, los empleados también disfrutan de una carga sencilla. Algunas empresas destinan fondos a instalar puntos de carga individuales en los domicilios de sus empleados y otras invierten en soluciones en el lugar de trabajo.
Phoenix Contact, en Zaventem, ha decidido equipar de forma inteligente sus aparcamientos. Se han instalado diecisiete columnas SHUFFLE para armonizar perfectamente con la arquitectura moderna del edificio. La integración de los puntos de carga, junto con el sistema de gestión inteligente de la iluminación que sirve para adaptarla a los requisitos, refleja el espíritu innovador de Phoenix Contact. Se trata de una innovación que podría conllevar la aparición de «aparcamientos inteligentes» en un futuro cercano. Pero esa ya es otra historia.
Las columnas SHUFFLE con un anillo de luz indican si un cargador de VE está disponible o no
Desarrollos inteligentes, menos carbono
A medida que la flota de vehículos se vuelve más ecológica, se presentan muchos retos. Por eso hay que abordarlos con ingenio, para que el resultado funcione de forma inteligente con una visión urbana de la ciudad. En este contexto, hemos tenido el placer de contribuir, junto con las autoridades públicas y el sector privado, a diseñar y desarrollar espacios que respondan a esta estrategia, en busca de un futuro sostenible.
¿Le gustaría saber más sobre nuestra solución de carga de vehículos eléctricos integrada en nuestra columna multifunción SHUFFLE?
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Acerca del autor
David se incorporó a Schréder Hyperion en 2021 como director de Soluciones para Ciudades Inteligentes, dirigiendo el desarrollo y la implementación de la estrategia global para ciudades inteligentes del grupo Schréder, además de la estrategia para la columna inteligente SHUFFLE. Nos aporta su gran experiencia, al haber trabajado para el Ayuntamiento de Lisboa durante 16 años, donde desempeñó distintas funciones en TIC y fue asesor principal del Ayuntamiento, supervisando las carteras de Tecnologías de la Información y de Comunicación y Transformación Digital mediante la creación, aplicación y desarrollo continuo de una Estrategia de Lisboa Inteligente, liderando una amplia variedad de proyectos e iniciativas. Dirigió también la participación de Lisboa en Sharing Cities de Horizonte 2020, un programa de colaboración en el que participan 6 ciudades a lo largo de 5 años, con 24 millones de euros de financiación de la UE, coordinando el consorcio de la ciudad formado por ocho organizaciones públicas y privadas. El objetivo del programa, en el que participaban más de 100 municipios de toda Europa, era diseñar, probar e implementar soluciones de ciudad inteligente a gran escala asequibles con un potencial de mercado significativo.
Actualmente, David es también vicepresidente del Comité Directivo y presidente del Grupo de Trabajo sobre Requisitos del Consorcio TALQ.
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