Recolección de luz diurna: por qué los controles de iluminación de alta tecnología son buenos para la empresa
Imagine que le ofrecen una píldora mágica con la que mejorar su estado de ánimo, subir sus niveles de energía e incrementar su concentración. Muchos de nosotros la tomaríamos sin vacilar.
En realidad, estamos rodeados de algo con el poder de hacer todo eso. La luz.
Empleada con inteligencia en el lugar de trabajo, puede aumentar la productividad, estimular nuestro reloj interno y ayudarnos a dormir. En un entorno hospitalario, los estudios sugieren que incluso puede ayudarnos a curarnos más rápido. En cambio, cuando se usa incorrectamente o insuficientemente, la luz puede influir de forma negativa.

Imagine being offered a magic pill, which promises to improve your mood, fuel your energy levels and boost your concentration. Many of us would swallow it without hesitation.
In reality, we are surrounded by something that has the power to do all of these things. Light.
Used wisely in the workplace, it can increase productivity, stimulate our body clocks and help us sleep. In a hospital environment, studies suggest it can even help us heal faster too. Yet when it’s used incorrectly or insufficiently, light can have negative consequences.

Los riesgos de una iluminación deficiente
Una iluminación inadecuada puede producir fatiga ocular, letargo y migrañas. En un entorno industrial, el efecto puede ser todavía más perjudicial. Aquí, la diferencia entre una iluminación bien o mal planificada puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Piense, por ejemplo, en las lámparas de descarga tradicionales, que a menudo emiten una luz escasa o vacilante. Esto puede dificultar a los empleados la detección de vehículos de rápido movimiento, maquinaria o peligros de tropiezo, que son las causas potenciales de lesiones costosas.
Efectivamente, las cifras del Health and Safety Executive del Reino Unido indican que, en un periodo de cinco años, la causa del 18% de los accidentes laborales ocurrieron debido a vehículos en movimiento. Asimismo, el 31% de los accidentes no mortales fueron causados por resbalones, tropiezos y caídas al mismo nivel.
En espacios de trabajo peligrosos, nunca insistiremos lo suficiente en que la luz es un factor crítico.
En Schréder, sabemos que una iluminación LED brillante y sin deslumbramientos puede hacer que los empleados se sientan más seguros, más precisos y más alerta.
Nuestros sistemas de recolección de luz diurna hace que también los dispositivos LED funcionen en armonía con la luz natural disponible. Como resultado, la iluminación se mantiene a un nivel ideal en cualquier momento del día.
Esta tecnología de vanguardia utiliza sensores fotoeléctricos para vigilar exhaustivamente el nivel de luz natural. Así, cada LED ajusta automáticamente su potencia, garantizando que el entorno no sea cegador ni demasiado oscuro.
En un día con luz natural normal, los sensores fotoeléctricos hacen que las luminarias se atenúen.
Luego, cuando la luz ambiente desciende por debajo de un nivel configurado, los LED brillan más.
¿El resultado? Una transición fluida, que optimiza el nivel de luz natural y artificial para que el personal trabaje cómodo y seguro, sin los inconvenientes de utilizar controles complejos.
Los sistemas de recolección de luz diurna aportan también flexibilidad. Es raro que la luz solar se distribuya de forma homogénea por un espacio industrial, pero la división por zonas puede resolverlo.
En una instalación se pueden montar varios sensores de luz de alta tecnología para garantizar que la iluminación de cada zona se ajuste automáticamente a las necesidades de sus ocupantes.
Ahorro en costes energéticos
Su plantilla no será la única que salga ganando con la recolección de luz diurna; sus finanzas también se beneficiarán. Un estudio del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley situó el ahorro de energía promedio en un 28%.
Como la iluminación consume por lo general un 20% de la electricidad utilizada en edificios industriales, esto representa una mejora significativa para sus costes.
El descenso en las facturas de mantenimiento le resultará también estimulante. Como confirma Carbon Trust, un LED bien diseñado dura la impactante cifra de 50.000 horas.
Todas estas ventajas quedan reforzadas cuando el sistema de recolección de luz diurna se usa en conjunción con sensores de presencia. Luminarias específicas se pueden configurar para atenuarse o apagarse del todo cuando no se detecta movimiento durante un periodo de tiempo establecido. Esto significa que no se malgasta energía iluminando espacios vacíos, como zonas de almacenamiento de poco uso.
Finalmente, al asegurarnos de que cada luminaria emite la cantidad de luz óptima cuando y donde se necesita, la empresa recorta el consumo de energía y reduce su impacto ecológico.
Sus empleados se beneficiarán también de una iluminación coherente, que no solo mejora su seguridad, sino también su bienestar.